Piel atópica

La piel atópica también es conocida como dermatitis atópica o eczema atópico, se trata de una inflamación crónica de la piel que se presenta muy seca, irritada y con picor. Esta afección cutánea comienza desde la infancia, es poco conocida y puede llegar a alterar la vida de los niños y de sus padres.

Cuando se sufre de esta afección se lidia con brotes molestos, frecuentes y desagradables sin explicación. Esta condición es una de las principales causas de visitas al dermatólogo.

Estudios revelan que la piel atópica se desarrolla a partir de condiciones genéticas favorables a esta afección.

Es decir, que si uno de los padres tiene una piel atópica, la probabilidad que el niño tenga la mismas características cutáneas  es de al menos 30%. “Si ambos padres están afectados, la probabilidad es de 70%”.

La piel atópica también se relaciona con el funcionamiento exagerado del  sistema inmunológico que crea una intensa inflamación.

Por otro lado cuando está extremadamente seca, la piel se vuelve más permeable y ya no cumple su función  barrera contra las agresiones externas y los alérgenos (polen, pelo de animales y ácaros entre otros) además de  algunas bacterias.

En algunos lugares fríos, esta afección empeora, por eso es importante trabajar para prevenir los brotes.

Investigaciones recientes han permitido avanzar y comprender más esta condición. Sin duda, los niños son más propensos a sufrirla experimentando una notable mejoría al llegar la pubertad

Aunque sin cura por los momentos lo mejor es proteger la piel.

Algunas recomendaciones para combartir la piel atópica:

  • Ventilar tu casa a diario (en invierno o verano) es una excelente opción. Humedece con frecuencia las habitaciones (puedes extender una toalla mojada en ella toda la noche).
  • Utilizar preferiblemente ropa de algodón y no usar tejidos sintéticos o lana. Además evita lavar la ropa con exceso de detergente ya que este puede debilitar la epidermis.
  • No usar calefacción o aire acondicionado en exceso.
  • Tomar duchas (5 a 10 min), no baños con agua no muy caliente.  Procurar que estas no sean muy frecuentes o prolongadas y utilizar jabones con ingredientes especiales para esta afección (existen además aceites de baño (o aceites de ducha) que protegen los lípidos de la piel).
  • ·       No usar esponjas muy abrasivas para limpiar la piel e hidratarla con cremas sin aromas (neutras) y especiales para esta afección.
  • Evita sudar excesivamente, sin embargo, no debes suspender la actividad deportiva que acostumbras al menos que haya picor.
  • Si el paciente se encuentra en medio de un brote debe procurar utilizar guantes de algodón sobre todo por la noche para que evitar que el rascado le cause daño.
  • Una o dos veces al día puede aplicarse un tratamiento hidratante en las zonas afectadas y con eccema, que calme el picor y limite la inflamación.
  • Evitar los estados prolongados de nerviosismo y estrés.

Consulta nuestro catálogo de productos para combatir la piel atópica.

Filtros activos