Desodorantes

Usar desodorante después del baño resulta un hábito casi imprescindible para la higiene personal diaria. 

Se trata de una sustancia que aplicas principalmente en las axilas para evitar los olores que produce la transpiración (sudor).

El sudor es un fenómeno fisiológico que afecta mucho más la zona axilar (en las axilas hay alrededor de 50 mil glándulas sudoríparas). Es oportuno considerar que la transpiración (sudor) no debería producir olor y si lo produce es por causa de una bacteria que “se desarrolla y se expande con el calor y la humedad” y que se encuentran en el sebo o grasa cutánea.

La función de los desodorantes es hacer que esta bacteria no huela, impidiendo además su crecimiento. Por esta razón los desodorantes disponibles actualmente en el mercado poseen componentes químicos antibacterianos.

Su uso permite que cuando una persona transpira los compuestos que posee formen “una solución que llena el final de los conductos del sudor formando un gel que libera propiedades antibacteriales”.

Cuando aplicas desodorante provocas que la piel esté más ácida o salada lo que impide que actúen las bacterias en el sudor, los cual no evitará que sudes, pero lo harás sin mal olor.

Existen en el mercado distintas presentaciones de desodorante: en bolita, spray, gel, stick y crema entre otros, además estos varían en olor, textura y color.

Cuando vayas a escoger el desodorante que mejor se adapte a tus exigencias, evalúa estos factores: que se adapte bien al pH de tu piel, evita que posea sustancias irritantes entre sus componentes como exceso de fragancia ya que puedes llegar a desarrollar sensibilidad a estos compuestos que provocan enrojecimiento y comezón en las axilas.

Para detectar estas sustancias debes leer detalladamente la etiqueta del producto, así puedes identificar algún otro componente  al que puedas ser alérgico.

Desodorantes vs. Antitranspirantes

Estas diferencias son importantes al momento que decidas cuál de los dos productos utilizar

Los desodorantes eliminan las bacterias causantes del mal olor actuando sobre la transpiración, así que transpirarás, pero no con mal olor.

Los antitranspirantes en cambio, te brindan beneficios diferentes. Evitan el exceso de sudor y neutralizan “el poco que se genere” de manera que no habrá mal olor ni sudor.

Así, dicho de otra manera, si sudas mucho un antitranspirante será tu mejor elección en cambio si solo persigues neutralizar olores y no transpiras te resultará ideal usar un desodorante.

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